La Mujer Mexicana en el Ámbito Académico y Laboral
Actualmente, el desempeño de la mujer mexicana ha cambiado y se ha adecuado al contexto mundial. Cada vez más mujeres tratan de estudiar más años u optar por una mayor preparación académica para conseguir un trabajo que le proporcione estabilidad y sustento económico adecuado. Sin embargo, la situación de la mujer en los ámbitos laboral y de educación no ha cambiado drásticamente y nos encontramos ante un problema que no sólo concierne a las mujeres, sino a la economía mexicana en general. Es por ello, que es adecuado mostrar en estadísticas y datos la situación de la mujer, de esta forma evaluar las oportunidades e incentivos que se les proporciona para mejorar su rendimiento en los dos campos mencionados. En este informe se dan a conocer la situación en general y algunas de las razones de ella, usando datos de los bancos de información pertinente.
Educación
El nivel de Access to Education que alcanza una persona se llama escolaridad; en México es de 8.6 años. Esto quiere decir que el mexicano promedio concluye el segundo año de secundaria y abandona sus estudios sin poder terminar el nivel de educación básica nacional. Por el contexto mexicano se podría inferir que, en materia de educación, las mujeres han tenido una situación más difícil, con menos oportunidades para desarrollarse intelectualmente; sin embargo, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) muestran lo contrario acorde al paso los años.
La población de 18 años o más en México —según el Censo de Población y Vivienda realizado por el INEGI en 2010— es de 71’712,388 habitantes. De estos, el 52% está representado por la población femenina con 37’432,555, pero únicamente 13’260,308, equivalente al 35.42% de las mujeres, tiene un nivel pos-básico de educación; es decir, superior a los primeros nueve años de escolaridad que incluyen primaria y secundaria. Con estos datos, es posible calcular que el grado de escolaridad de la mujer en México es de 8.48 años. Por otro lado, 37.33% de la población masculina con 18 años o más tiene estudios pos-básicos. A pesar que en ambos géneros el porcentaje de personas que estudian es bajo, los dos datos son muy cercanos entre sí, lo que muestra relativamente equidad de género al tratarse de condiciones propicias para estudiar hasta un nivel pos-básico limitado.
En suma, 35.42% de las mujeres y 37.33% de los hombres mexicanos con 18 años o más han estudiado la primaria y la secundaria como mínimo. Existe casi un 2% de diferencia cuyas explicaciones pueden variar desde una falla en la metodología hasta las condiciones contextuales y biológicas a las que se enfrenta una mujer: machismo, embarazos, falta de recursos para concluir sus estudios, entre otros.
Educación superior
Como se mencionó con anterioridad, podría pensarse que el contexto mexicano dificulta el desarrollo académico, incluso intelectual de la mujer, pero en términos de educación superior las cifras entre géneros se invierten y muestran una figura femenina tan capaz como cualquiera de concluir una licenciatura.
World Bank establece que en 2009 el 27% de la población estudiantil ingresó a la preparatoria. Este porcentaje disminuye conforme el nivel de estudios aumenta. De acuerdo con un estudio realizado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior en 2009, la población femenina que estudia a nivel superior es mayor comparada con la masculina. En el ciclo escolar de 2008-2009 se inscribieron 24,451 mujeres en una licenciatura normal y 20,411 egresaron de ella.Como muestran los datos anteriores —publicados por la ANUIES—, el número de mujeres que estudia una licenciatura normal es mucho mayor que el de hombres. Estos datos, además de sorprendentes, explican de alguna manera la ideología del mexicano promedio que considera que la figura masculina es proveedora; es el sostén económico de la familia. Se piensa que desde pequeños, los hombres son los que deben salir al campo laboral para enfrentar las condiciones de una familia completa, lo que disminuye su oportunidad para concluir un nivel de estudios superior.
La mujer mexicana y su trabajo
Los indicadores económicos de coyuntura, tales como desempleo y ocupación han tenido que establecer categorías de género para ser mejor interpretados, algunas de las razones de esto es el aumento de la participación de la mujer en los sectores económicos y laborales. Como ya se explicó anteriormente, la mujer mexicana de hoy día ha optado por desarrollarse académicamente de tal forma que pueda sustentarse por ella misma, una situación similar sucede en el ámbito laboral; es por ello, que el objetivo de esta sección es dar a conocer los cambios en los últimos años en la participación laboral femenina en México y de esta forma, tener una perspectiva más general de la labor de la mujer dentro de la economía mexicana.
De manera general se mencionarán algunos de los datos que proporcionan información sobre la situación de México en cuanto a mujeres; el total de población es de 114’259,114 personas, de las cuales 59’182,258 son mujeres. La población económicamente activa, es decir, aquellos mayores de catorce años que tienen las posibilidades de trabajar, es un total de 50’273,465, el total de mujeres que entra en esta clasificación es de 19’321,698; de este total, la cantidad de mujeres empleadas es de 18’406,757 y desempleadas es de 914,941. INEGI, “Indicadores de ocupación y empleo al cuarto trimestre de 2011”, www.inegi.org.mx/Sistemas/temasV2/Default.aspx?s=est&c=25433&t=1
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (referido posteriormente como INEGI) clasifica a las actividades económicas dentro de tres sectores. El sector primario es el trabajo en actividades donde se aprovechan los recursos naturales con el fin de producir las materias primas necesarias para el sector industrial o de transformación; ejemplo de ello es la agricultura, ganadería y pesca. Dentro de este sector económico, se encuentran trabajando un total de 858,523 mujeres,Loc. cit. lo cual representa el 4% del total de mujeres empleadas.Banco Mundial, “Empleados en agricultura, mujeres (% del empleo femenino)”, http://datos.bancomundial.org/indicador/SL.AGR.EMPL.FE.ZS El sector secundario lo conforman la industria y la elaboración de productos mediante el uso de las materias primas; ejemplo de éste es la industria manufacturera. Las mujeres mexicanas que trabajan dentro de este sector son un total de 2’848,612,INEGI, “Indicadores de ocupación y empleo al cuarto trimestre de 2011”, www.inegi.org.mx/Sistemas/temasV2/Default.aspx?s=est&c=25433&t=1 lo cual representa un 18% del total de mexicanas empleadas.Banco Mundial, “Empleados en industria, mujeres (% del empleo femenino)”, http://datos.bancomundial.org/indicador/SL.IND.EMPL.FE.ZS El sector terciario incluye a la venta de los productos elaborados, los transportes, las comunicaciones y los servicios; el total de mujeres que pertenece a este sector económico es de 14’572,228,INEGI, “Indicadores de ocupación y empleo al cuarto trimestre de 2011”, www.inegi.org.mx/Sistemas/temasV2/Default.aspx?s=est&c=25433&t=1 que conforma 78% de las mexicanas ocupadas.Banco Mundial, “Empleados de servicios, mujeres (% del empleo femenino”, http://datos.bancomundial.org/indicador/SL.SRV.EMPL.FE.ZS
Con base en los datos mencionados anteriormente, se identifica un gran porcentaje del total de mujeres empleadas en el sector terciario y un abandono del sector primario, esto se puede explicar mediante el cambio de la estructura mexicana que ha dejado a un lado las actividades que involucran materias primas por el área de servicios, en parte porque son mejor remuneradas y porque México ha cambiado de áreas de especialización.
Conclusión
En suma, con el paso del tiempo la mujer ha ido integrándose y desarrollándose en el ámbito laboral y en el académico. Como se mostró anteriormente, el poco más del 97% de las mujeres que pertenecen al PEA, tienen un empleo y casi el 85% de las mujeres que se inscriben a una licenciatura la concluyen. Cada vez es más notorio cómo el contexto mexicano brinda diversas oportunidades para que la mujer pueda concluir sus estudios y tener un empleo sin que su plan de vida, en el aspecto familiar, pueda verse afectado. Hace algunos años, la sociedad esperaba que una mujer fuera madre, ama de casa, esposa; ahora, también puede ser licenciada, ingeniera y doctora.
References
See Also
- CIDE
- Mexico
- Global Employment Trends for Women, 2009
- Women and Employment
- Women in Informal Employment: Globalizing and Organizing (WIEGO)
- Women Career Growth
- Gender Equality in employment, education and entrepreneurship